O porto de Foz presenta varios
inconvintes, un deles é ser un porto de marea. Certo que este era un mínimo
problema cando os barcos eran pequenos e de pouco calado, cando isto varía, o
problema comeza a facerse preocupante. O segundo problema é a cantidade de area
que se deposita na entrada da boca do porto e o terceiro, do que imos falar
neste artigo, é a dificultade que as rochas da Rapadoria significaban para acceder
ao porto.
Se lemos un artigo que aparecía no
periódico El Regional vemos como o
articulista criticaba as excesivas promesas electorais realizadas polo señor
Eduardo Cea, candidato conservador, entre as múltiples obras que ía realizar si
saía elixido figuraba: “un puerto en
Nois, una escuadrilla de lanchas pescadoras á los marineros de Foz, la
desaparición de la punta de la Rapadoira para facilitar la entrada en este
dicho puerto”. (El Regional,
1891, 25 de xaneiro).
Tamén o cronista oficial de
Mondoñedo, o historiador Lence Santar, publicaba no ano 1903 un artigo no que solicitaba “para que Foz se convirtiese en un excelente
puerto se necesitaba desapareciesen los peñascales de la Rapadoira, que
situados á su entrada, difitultan el paso al mismo; operación que exigiría poco
coste y trabajo”.( El Norte de
Galicia, 1903, 16 de outubro).
En 1929 créase en Foz unha Liga
Popular que ten como fin conseguir unha nova traída de augas e a creación dun
plan de adecuación do porto de Foz. Neste citado plan contan co apoio do enxeñeiro
xefe de Portos de Lugo, don César Conti, quen opinaba que para rehabilitar e
defender o porto de Foz era necesario a creación “de varias rampas y luces para el muelle y la zona de la ribera, donde
atracan los barcos de pesca, así como igualmente una luz de enfilación en la
peña de la Rapadoira, a la entrada de la dársena”. Pero o señor Conti vai
un pouco máis alá e pretende traer ata o porto de Foz “un ramal de ferrocarril, un kilómetro aproximadamente, de la estación
de Villajuan al puerto, para el tráfico marítimo, que tanto volumen en Foz
alcanza”.
As obras propostas polo citado enxeñeiro lévanse a cabo
no ano 1931, momento en que se rebaixa a rocha da Rapadoira para situar enriba dela
unha torre baliza. Posteriormente, entre finais do 1935 e 1936, levarase a cabo
o malecón que une a citada torre, ou como a coñecemos nós, A Farola, con terra.
No informe, que se pode ler na
prensa, presentado polo señor Conti afírmase que a ría de Foz non ten cauce
definido na súa desembocadura e coa grande cantidade de area que se acumula
impide a existencia de calado suficiente para os barcos. Pero no citado artigo
tamén se menciona que Foz é un porto
onde cada ano aumenta o número de capturas e así di que en 1930 alcanzouse unha
cantidade de 21000 toneladas. Segundo os datos do Pósito de Pescadores o valor
do peixe vendido no ano 1930 alcanzou o medio millón de pesetas, “debiendo de advertir que no hay obra alguna
en Foz, ni siquiera una rampa, para el servicio de estas embarcaciones”. O
plan presentado polo señor Conti “consiste en canalizar la ría a base de
diques de escollera, sistema ya sancionado por la práctica, pues ha sido empleado satisfactoriamente en otros puntos,
entre ellos Villaviciosa, Avilés y Navia. Son tres las escolleras que se
proponen así como también la construcción de un malecón para el abrigo de las
embarcaciones pesqueras. Una vez que esta primera parte del plan esté
realizada, se calcula su presupuesto en un millón de pesetas, se podrá acometer
las construcción de nuevos muelles que han de resultar muy abrigados, pues con
los diques de escollera, a la vez que se canaliza la ría, se forma una dársena,
cuya situación y condiciciones es muy parecdia a la de San Esteban de
Pravia (...) se podrán habilitar nuevos muelles desde la Peña Rapadoira hasta
los actuales, pues basta clavar una fila de pilotes de hormigón armado. Las
zonas de servicio se obtendrán rellenando los espacios comprendidos entre los
diques y tierra firme”. ( El Progreso,
1931, 12 de xuño).
No mes de novembro deste crucial
ano de 1931 podemos ler na prensa que “pronto darán comienzo los trabajos de
construcción de la torre – baliza que tantos beneficios ha de soportar a la
gente del mar. Dicha torre será emplazada en la peña de la Rapadoira. El
crédito correspondiente ha sido obtenido gracias a las gestiones del diputado a
Cortes y subdirector de Obras Públicas Manuel Becerra, a quien el Pósito de Pescadores
cursó mensaje de gracias”. ( El
Progreso, 1931, 18 de novembro). Estas obras estarán rematadas a finais
do ano 1932. O periódico Las Riberas
del Eo informa da construción da torre baliza situada nas seguintes
coordenadas: latitude 43º 34’ 17 N e lonxitude 7º 14’ 92 W, establecida “sobre el bajo de La Rapadoira, en la entrada
de la Ría de Foz (…) Sus características son las siguientes: luz verde de
relámpagos, período 3 segundos, luz 0.3 segundos, oculta 2.7 sgundos, alcance 6
millas. (…) Torre blanca de fábrica de forma tronco cónica de 12.15 metros de
altura”. ( Las Riberas del Eo,
1932, 24 de decembro).
A mediados de maio sábese, grazas
a telegramas enviados dende Madrid polos señores Pérez Balsa e Veiga, en Foz
que o consello de ministros aprobara levar a cabo as obras no peirao de Foz.
Posteriormente, e xa de maneira oficial, o enxeñeiro Conti informaba ao
alcalde, señor Eijo, e a Salgado Toimil das obras que se ían levara a cabo, “la alegría fue grande y por la noche, se
dispararon multitud de bombas desde Fondos, donde vive el batallador maestro”.
( El Progreso, 1935, 19 de
maio). Estas obras que se van realizar débense a labor de Salgado Toimil quen
solicitara ante o ministro de Fomento, señor Becerra, certas obras para o porto
de Foz. A este ministro, que segundo menciona a prensa estaba moi implicado con
Foz, débenselle as obras de alquitranado de estrada da costa “la grúa del puerto, así como el apoyo de las
diligencias hechas para que al Pósito de Pescadores le fuera concedido su
surtidor de gasolina, que es la principal base económica de nuestra entidad
pesquera”.
Na primeira metade do mes seguinte
podemos ler na prensa que “han comenzado
las obras del llamado murallón de la Rapadoira, que con el espigón, cuya
subasta se realizó el día 28 del pasado en Madrid forma parte del proyecto
general de canalización de la ría”. ( El
Progreso, 1935, 10 de xuño).
Este muro da Rapadoira estaba
situado “a la entrada de la dársena, va
desde tierra por la llamada Pena de la Rapadoira hasta la torre-baliza, ha de
tener 115 metros de longitud en la primera sección hasta el boquete por donde
han de entrar las embarcaciones y 130 en la segunda sección hasta la mencionada
torre-baliza, siendo su ancho de seis
metros en la base y dos y medio en la
parte superior”. Segundo di o artigo terá unha altura de dous metros por
encima da altura que o mar poida alcanzar en preamar.
O contratista da mencionada obra será
Xoán Meijide. O enxeñeiro, señor Conti, ilusionado coa obra afirma que o muro
será “punto de refugio para las
embarcaciones pesqueras, de que tan necesitadas estaban dentro del mismo
puerto, según tantas veces clamó la gente pescadora, tan castigada los días de
temporal.” Outra obra que segundo o enxeñeiro se debería facer “ha de ser el muelle de atraque, dentro de la
misma ribera de los pescadores, cuyo proyecto prometió el señor Conti a Salgado
Toimil enviar a Madrid cuanto antes y que será construído al terminar las obras
de la escollera”. Tamén informa o señor Conti que en breve virá aprobado de
Madrid “el hormigonado de la carretera de
la rampa de bajada al muelle, obra en la que ha puesto él todo el interés. Este
hormigonado va de cuneta a cuneta y se realizará por la administración”.
En outubro de 1935 as obras do
muro da Rapadoira xa se estaba executando pero non así as do peirao, no
Progreso podemos ler un artigo que informa sobre que “uno de estos días darán comienzo las obras del espigón para las
embarcaciones pesqueras, que con el muro
de la Rapadoira son iniciación de la canalización de la ría. El espigón, o
punto de refugio para embarcaciones menores, consta de dos partes: escollera y
muro de atraque. La escollera que arrancará a 35 metros del escarpe donde
terminará 250 metros de largo con un boquete para el paso de las embarcaciones
de 35 metros, siendo su espesor de de 2 metros en la parte superior y de altura
cincuenta centímetros sobre la pleamar o sea la altura del actual muelle de
cabotaje. Va en talud y construída de piedra dura e inalterable a la acción de
los agentes atmosféricos y del agua del mar siendo los canto sque en ella se
emplean de tres tipos: de peso superior a 500 kilogramos, entre 500 y 50 y
entre 50 y 3 kilogramos. Los 35 metros que quedan entre la escollera y la línea
de tierra serán utilizados para emplazar el muro de atraque con rampa”. ( El Progreso, 1935, 12 de
outubro).
¿Eran tan necesarias as obras do
porto de Foz?. Si, si que o eran, xa que cada vez que había temporais as
lanchas eran obrigadas a amarrar e deixar de faenar por varios días ou meses.
Vexamos como nos conta isto nun artigo do periódico El Sol “se
ha agravado la crisis de trabajo en el puerto de Foz, debido a la paralización
en las faenas de pesca. Las lanchas llevan amarradas dos meses, pues la crudeza
del tiempo no permite hacerse a la mar.
La miseria se ha
adueñado de muchos hogares, y se pide con urgencia el envío de socorros. Más de
cien trabajadores se han manifestado públicamente y enviaron al ministro de
Trabajo un telegrama pidiéndole intervenga cerca del Gobernador Civil, del
Ayuntamiento y del contratista de obras para que formen turnos y comience la
inmediata construcción del espigón, cuyas obras ya han sido subastadas.El
telegrama termina diciendo: “Cuando el temporal arrasa los sembrados, la
caridad oficial acude en auxilio de los necesitados; en cambio, cuando la
crudeza del invierno obliga a amarrar durante meses enteros las lanchas de los
pescadores, nadie piensa en remediar la triste situación de los pescadores.
Urge remedios”.(El Sol, 1936, 16 de xaneiro).
Anteriormente mencionamos ao
ministro Becerra, do que dixemos que era unha persoa moi vinculada co noso pobo
e non nos equivocamos. Para as eleccións de febreiro do 36 un dos candidatos
que se presenta era o mencionado Manuel Becerra Fernández, que en vez de
prometer obras dedicouse a mencionar tódalas que levaba feitas, entre outras
moitas, das que nos falaremos para non estendernos, menciona a ampliación e mellora do porto de
Mirasol en Ribadeo, o peirao de San Cibrán, “dique de defensa de la margen izquierda de la ría de Foz, espigón de
abrigo para embarcaciones menores en Foz, rampa varadero y camino de acceso a
la misma en el puerto de Cillero; almacenes en los puertos de Vivero y Foz;
instalación de alumbrado en Vivero, Foz y Cillero; torre – baliza en la Peña de
la Rapadoira del puerto de Foz; hormigonado de la carretera de acceso al puerto
de Foz”. ( El Progreso,
1936, 11 de febreiro).
En marzo de 1936 as obras do muro
da Rapadoira xa remataran, “el murallón
admirablemente construído, de una solidez a toda prueba, honra a los
contratistas señores Meijide y Cachafeiro, dando a la entrada de la ría un
aspecto elegante y cumple a maravilla el fin par a que fué solicitado, la
defensa de la Ribera y barriada de pescadores de las acometidas de la mar
embravecida. En su arranque en tierra lleva unas escaleras de cemento para el
servicio de la playa, de cuya necesidad tanto se quejaban los veraneantes y
hacia el exterior y lado de la torre – baliza que lo remata vistosamente un
sesgo, van otras que los pescadores pidieron como recurso de salvamento en caso
de naufragio.
De 2,75 metros de ancho en su parte superior, viene a ser como un pasillo
mirador, hacia uno y otro lado de la playa. Lleva de talud medio metro y cinco
de altura media, siendo el ancho de la base, 5.50 metros y el largo de toda la
obra 155 con un hueco en el medio de 25”. ( El Progreso, 1936, 18 de marzo).
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