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viernes, 3 de febrero de 2017

UNHA CADEA CHAMADA MARISCALA.



A cadea coñecida como A Mariscala recibe o seu nome, segundo conta a lenda, dun dos seus máis ilustres presos, o Mariscal Pedro Pardo de Cela.

Actualmente podémola contemplar no Museo Provincial de Lugo pero o pobo de Mondoñedo agarda o día en que este emblema do pasado volva ao lugar que lle corresponde, a cidade episcopal da Paula.

O 6 de outubro de 2011 publicábase na revista TerraeTempo (dixital galego de pensamento nacionalista) un artigo titulado A Mariscala, firmado por Xosé Isidro Fernández Villalba.

O autor deste artigo erra e acerta en varias das aseveracións realizadas. Acerta cando di que nun principio a cadea era coñecida como Mariscal e non Mariscala, nome que virá moitos anos despois, como exemplo pon o caso de Antón Marful, porteiro da cidade de Mondoñedo que é condenado a ingresar “na cárcel e lle poñan a cadea Mariscal”. Pero erra cando afirma, tal vez dunha maneira demasiado categórica, que: “as primeiras noticias que se atopan da Mariscala datan do 12 de outubro de 1691”.

Dicimos que erra porque nosoutros tivemos a sorte de atopar unha referencia documental máis antiga, en concreto do 19 de outubro do ano 1627. Probablemente existan referencias anteriores que ata do momento non atopamos, tal vez, porque tampouco as buscamos en profundidade.

Nesa data de 1627 o cura de Santo Tomé do Val de Lourenzá, Pedro González Santiso, que se atopaba viaxando a Santiago é detido na cidade episcopal: “juntamente con el otra persona que benian en romería al Santo Apostol biendo que abia feria en la ciudad ( a cidade é, por suposto, Mondoñedo e a feira son as San Lucas) y ser dia riguroso de ynbierno y no poder pasar delante se aloxaron en casa de Venito Gonzalez”. Nesa noite o brazo armado episcopal entra na mencionada casa e toman preso ao citado párroco. Segundo a versión do avogado do detido a detención prodúcese cunha violencia inusitada e aproveitando a nocturnidade: “y estando acostados y la mas gente siendo ya muy tarde, que pasaba de la media noche (…) entraron en dicha casa y le  prendieron llebandole maniatado en espera de prisiones dándole de golpes y enpuxones”.

O cura párroco de Santo Tomé rematará “preso y castigado en la carçel de corona de dicha ciudad con una cadena gruessa que por mal nombre la llaman la Mariscal que no se pone xamas sino hes a ladrones o galeotes o personas fazynerosas y malechores y no a las de la calidad de mi parte”.[1]

No artigo do señor Villalba, citado anteriormente, faise mención a unha visita realizada polo Xuíz de residencia da cidade de Mondoñedo, Manuel de Iravedra e Puga, ao cárcere municipal no ano 1737, no que atopa presos a “y que en la carcel se hallaban "por presos a Julián de Cazás y Domingo Antonio Valseiro en la cadena con ferropea y una barra de grillos cada uno por delitos de urtos según lo respondieron y dicho Alcaide y que eran vezinos de la feligresía de Santa Cruz del Valle de Oro= Pedro Leogílde, Agustín de Valiña y Antonio Alvite, Presos en la cadena gruesa  que llaman La Mariscal y una barra de grillos  por delito de muerte= Roque de Souto detenido en dicha Cárcel  sin prisiones por aber desertado de soldado= Pedro Díaz asimismo detenido en dicha Cárcel sin priones de orden del Provisor de esta ciudad por no saber la doctrina Christiana= Pedro Guerreiro vecino de Santa María de Gerdíz de orden de dicho Provisor= Juan López y Pedro López de Reigosa vezinos de la feligresía de Vidal presos  también en por dicho Provisor por causa de amanzebamiento en dicha Carcel y en ella la referida cadena Cadena Mariscal con su candado y llabe= otras dos más delgadas de la misma forma, otra cadena mas gruesa muy fuerte. Quatro barras de grillos, Cinco ferropeas y un Tronco y no se allaron en dicha Carcel más prisiones y el Alcaide della dixo no haverlas ni abersele entregado quando entro a serlo y que quando se ofrecían y necesitaban  venían de la Carcel de la Corona de dicha Ciudad por ser ella y esta del Ilmo. Sr. Obispo de la rreferida Ciudad y su obispado y entrambas corren a cargo de dicho Alcaide".

A principios do século XX escribía Xosé Villaamil e Castro un artigo no xornal El Eco de Galicia (1900, 30 de decembro) no que mencionaba o tema da Mariscala, que sitúa daquela no cárcere municipal: “en la cárcel de Mondoñedo se guarda una  gran cadena con el nombre de la Mariscala, que se asegura es la única cosa que se conserva de la Frouseira, aunque algunos dicen que sirvió para sujetar al Mariscal el tiempo que estuvo en el cárcel. Tiene la Mariscala 24 eslabones de un pie de largo y una fuerte argolla”.


Segundo o señor Villalba non será ata o 21 de decembro de 1929 cando poidamos ler, producto da investigación de Lence Santar, unha completa descrición da Mariscala “Tiene esta cadena, como dice Vicetto, veinticuatro eslabones y una argolla; pero los eslabones no son todos iguales, ni un pie de largo como él asegura: Empezando por la argolla, que tiene 95 centímetros de circunferencia por 11 de perímetro, los dos primeros miden 34 cada uno; el tercer 33; el cuarto, quinto y sexto, 35 cada uno; el séptimo, 33; el octavo, 34; el noveno, 35; el diez 36; el once, 27; el doce, 26; el trece, 25; el catorce, 27; el quince y dieciseis 30, cada uno, el diecisiete 25; el dieciocho 22; el diecinueve 25; el veinte, 26; el veintiuno  y veintidós, 31 cada uno; el veintitrés, 33; y el veinticuatro, 31. Los eslabones son esféricos, como la argolla; de 10 centímetros de perímetro y ovaloblongos, de doble flexión interna del eje menor. La cadena tiene de largo seis metros. No ano 1934 o cronista oficial de Mondoñedo, Lence Santar, escribía un artigo no xornal El Progreso (21 de xuño) no que fai outra descrición pormenorizada da Mariscala, da que nos di que “es una cadena de hierro forjado que pesa 74 kilos, tiene de largo 6.42 metros y está formada por 24 eslabones esféricos, de 10 centímetros y algunos milímetros de perímetro, casi todos desiguales, ovaloblongos de doble flexión interna en sentido del eje menor, y una argolla también esférica, de 11 centímetros de perímetro y 95 de circunferencia, en uno de los extremos”.

Abandonemos o campo da descrición para entrar nese ir e vir que sufriu a cadea da que estamos a falar.

Polo xornal El Progreso (1932, 28 de agosto) sabemos que: “por gestiones realizadas por el diputado a Cortes por esta provincia señor Vázquez Campo, será devuelta a la cárcel de Mondoñedo la famosa cadena conocida con el nombre de A Mariscala, por haber sido hallada en el castillo de la Frouseira, del mariscal Pardo de Cela. Nos alegraríamos que tales gestiones tuviesen éxito”.

Descoñecemos onde estaba a cadea, probablemente na casa consistorial mindoniense, polo menos alí estaba gardada no ano 1933, momento no que marcha ao lugar onde hoxe en día a podemos visitar: “Ayer fue traída desde la casa Ayuntamiento de Mondoñedo, en donde se encontraba depositada, a Lugo, para exponerla en el Museo Provincial, La Mariscala, histórica cadena de hierro con la que según la leyenda estuvo prisionero el mariscal Pardo de Cela. También, por orden de don José María Montenegro, fue recogida en el punto conocido por Seara, en la carretera de Mondoñedo a Ferreira del Valle de Oro, una piedra con escudo de armas, que igualmente quedará depositada en el mismo museo”. (El Progreso, 1933, 3 de setembro).

Non gustou nada en Mondoñedo o traslado desa emblemática peza da súa historia ao museo provincial. O día 21 de xuño de 1934 o xornal El Progreso informaba de que o cronista oficial mindoniense, don Eduardo Lence Santar, “presentará al Ayuntamiento una razonada solicitud pidiendo sean traídas del museo provincial, donde fueron depositadas, la famosa Mariscala y dos grandes piedras heráldicas que durante siglos estuvieron en la fachada de las Reales Casas Consistoriales – que mira al cantón -, al lado del escudo de imperio, allí existente.
La Mariscala es una cadena de hierro forjado que pesa 74 kilos, tiene de largo 6.42 metros y está formada por 24 eslabones esféricos, de 10 centímetros y algunos milímetros de perímetro, casi todos desiguales, ovaloblongos de doble flexión interna en sentido del eje menor, y una argolla también esférica, de 11 centímetros de perímetro y 95 de circunferencia, en uno de los extremos”.

As pedras armeiras mencionadas no artigo son “el escudo del reino de Galicia y la otra, el del Obispo don Juan de Liermo. Ambas fueron hechas por el artista mindoniense Pedro de Arteaga, en el año 1578.

Neste artigo, firmando por “un mindoniense” solicítase ao concello que non se remitan ao museo provincial “el cuadro y las estatuas empotradas en la pared del patio de la Casa Consistorial, cuya propiedad es del Estado. El escudo es del Obispo Fr. Juan Antonio Muñoz y Salcedo, que gloriosament gobernó la Sede de 1705 a 1728; una de las estatuas representa a San Lorenzo y la otra a San Jerónimo. Y tanto estas como el escudo, pertenecieron a la suntuosa fuente Nueva, que exisitón en la actual plaza Osvaldo Codina y se construyó a expensas del citado Prelado”.

Remataba o artigo coa seguinte frase: “que la Mariscala, los escudos de armas y las estatuas son objetos que Mondoñedo está en el sagrado deber de conservar. Por lo tanto, esos valiosos objetos deben estar en esta población y no fuera de ella.”

O xornal posiciónase e afirma que si ben non lles importa publicar esta noticia firmada por un mindoniense non están nada de acordo co que nela se solicita:“no compartamos la apreciación suya respecto al reintegro de la Mariscala y de las piedras escudo … aquí estos antecedentes históricos está atendidos perfectamente para su buena conservación y a la disposición de las personas que se dedican a esta clase de estudios, lo que no lo estaban en Mondoñedo”.

No artigo do señor Villalba facíase unha solicitude semellante: Por iso nos, reclamamos do Concello de Mondoñedo, que faga as xestións necesarias, e despois de 80 anos de exilio forzoso, sexa traída de novo a Mondoñedo a "Mariscala", e para ser instalada no recentemente restaurado "Convento de Alcántara", coma as demais pezas que o largo dos anos, foron levadas ó mencionado Museo, e os mindonienses e visitantes, non teñamos que desprazarnos a Lugo para ver unha parte da nosa história”.

Sobre esta reclamación gustaríame dicir un par de cousas:

Primeira. No Centro Cultural de Alcántara, no que teño o pracer de traballar, conviven dúas exposicións. Unha dedicada a mindonienses ilustres, que destacaron no mundo das letras e da música e outra dedicada ao fenómeno xacobeo e ao Camiño do Norte, que pasa por Mondoñedo. Seméllame non ser este o lugar máis acertado para colocar tan salientable peza.

Segunda. Eu son da opinión de que é mellor unificar que diversificar, polo menos no que se refire ao mundo dos museos. De existir na Mariña un museo da súa historia, que non existe, sería ese o lugar onde debería estar a Mariscala, entre outras pezas. Mentres isto non acontece creo que é mellor telas pezas históricas nun só lugar en vez de en varios.

Terceira. Tal vez si se solicitase unha copia, en ferro por suposto, da Mariscala, para a súa exposición permanente en Mondoñedo, fose máis sinxelo, tanto polo museo como pola Deputación, acceder a esa solicitude. No arquivo diocesano de Mondoñedo custódiase tanto o anel como o báculo de San Gonzalo, mentres que na antiga catedral de San Martiño se amosan reproduccións fotográficas de ámbalas pezas, mais non por iso reclamamos a devolución das pezas, mentres non exista un museo con sistemas de seguridade que garantan a súa protección.

Cuarta. Esta é unha pregunta que fago publicamente consciente da controversia que vai xerar.
Se a Mariscala estaba nun principio, tal e como afirma Villaamil e Castro, no castelo da Frouxeira, non lle correspondería a
Foz a titularidade desta cadea?. 





[1] Preito de competencias entre o bispado de Mondoñedo e o tribunal da Inquisición de Santiago polo arresto de Pedro González Santiso. 1627. En pares.mcu.es AHN. Consello da Inquisición. 2040, Exp. 15.

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