Barrreiros, de igual maneira que tódolos concellos, ten
unha ampla crónica negra. Non pretendemos facer agora unha recolleita de
tódolos crimes acontecidos neste concello, quedarémonos con algúns casos que
tiveron lugar entre os anos 1902 e 1910.
O primeiro do que falaremos, o do ano 1902, é o máis
horrendo de todos eles pois ten como vítimas dous nenos pequenos que foron
asasinados por seus pais. Tal foi a estupefación que causou este suceso que a
prensa fíxose eco desta noticia, non solo para difundila senón que tamén para
comentala: “Un doble crimen; matar á dos
inocentes niños, arrojar á uno de ellos al río, faltándole una pierna, enterrar
al otro, quizás vivo, en la huerta de la madre desnaturalizada, son cosas que
no parecer de San Cosme de Barreiros” (El Norte de Galicia, 1902, 10 de abril).
Algo moi semellante lemos no xornal El Regional, no que se fan eco do achado do corpo dun neno nun regato de
San Cosme, en concreto preto dunha: “ aldea de cuatro casas, se encontraba el
cadáver de un recién nacido falto de una pierna”. Ata alí se traslada o xuíz de
primeira instancia de Ribadeo, Celestino Nieto Ballesteros, acompañado de: “el
joven y distinguido abogado y escribano don Justo Barreiro Pico y los médicos
don Marcelino Vior y don Modesto Lage(…) Y allí en aquella aldea, se verificó
la autopsia de un niño hallado en el río y se procedió a la exhumación de otro
ser inocente enterrado en una huerta por el padre de la delinquente. La Guardia
Civil del puesto de Foz, cuyo cabo comandante, don José López se distinguió en
la captura de los asquerosos criminales merece plácemes; plácemes inmensos para
todos los que coadyuvaron al castigo de madres desnaturalizadas, de padres
vendidos y de cómplices de delitos que deben llamarse de lesa naturaleza”. (El
Regional, 1902, 10 de abril). Quen escribía esta noticia tan encendida era
o periodista Carlos Abejón.
Por desgraza non será este o único caso de infanticidio
en Barreiros, o xornal El Diario de Pontevedra informaba doutro acontecido no
ano 1925: “Cometiose uno de ellos en un
monte de la parroquia de San Cosme de Barreiros, Foz (Lugo) y en el punto
conocido por Cruz do Lobo. Una muchacha, de 26 años, llamada Bernarda Gayoso
Rodríguez, natural de Villanueva de Lorenzana, pidió autorización a su amo para
ir a extraer una muela y cuando , acompañada de otra sirviente, a quien aquel
ordenó que fuese con ella, llegó al citado punto, se separó de ésta a pretexto
de una necesidad. Mas, como tardase en regresar, su compañera se internó en el
monte y la sorprendió en el crítico momento en que acababa de dar a luz.
Corrió la
chica a dar cuenta de lo ocurrido a su amo, quien le ordenó qu efuese a buscar
la criatura, como así lo hizo, pero al llegar, el recien nacido estaba muerto.
La madre ingresó en la cárcel a disposición del juez” (Diario de Pontevedra, 1925, 2 de xullo).
O xornal El
Compostelano( 1925, 30 de xuño) completa un pouco máis esta noticia e
grazas a el sabemos que ela era criada de Francisco Palmeiro, que o crime tivo
lugar “a primeras horas de la mañana del
dia 25” do mes de xuño. A outra criada chamábase Ramona.
Outro do que imos falar ten lugar a principios do mes
de agosto de 1906. No xornal La
Correspondencia Gallega podemos lela seguinte noticia: “En el pueblo de la Espiñeira, cercano á
Barreiros, apareció flotando en el mar el cadáver de un hombre, que recogieron
los carabineros de servicio (…) Resultó ser el muerto José Reynante, que se
dedicaba a la compraventa de maderas. Reconocido el cadáver, presentaba varias
contusiones en el cuerpo y una herida profunda en la cabeza”. O xuíz ordena
o traslado do corpo ata Benquerencia, onde se lle fará a autopsia “por los médicos señores Lage y Fernández”
para, posteriormente, ser soterrado no camposanto desa parroquia. O morto
deixaba muller e varios fillos. No contorno descoñécese tanto a causa como os
autores pero circulan bastantes rumores, un deles apuntaba a seguinte
posibilidade: “ el Reynante había tenido
noticia de que estos días venían robándoles algunas tablas de su propiedad y
con el propósito de impedir estas sustraciones salió de casa, deseando conocer
quienes eran los autores para denunciarlos”. Sospeitaban os veciños que
Reinante atopouse cos ladróns e que estes o golpearan ata matalo,
posteriormente, e co desexo de borrar todo tipo de pegadas, tiraran o corpo ao
mar.( La Correspondencia Gallega: diario de Pontevedra, 1906, 11 de
agosto).
O terceiro data do mes de marzo de 1910 e ten como
protagonistas a Pilar Cid Monteavaro, casada con Francisco Seibane Ron, e a
Manuel Sánchez Rivas.
Os dous protagonistas xa tiveran varios disputas
verbais que remataron nun xuízo de faltas en Ribadeo. Mais o ditame xudicial non
poñerá fin ás xenreiras e aos
enfrontamentos entre Pilar e Manuel.
O derradeiro enfrontamento entre estas dúas persoas ten
lugar o día 28 de marzo de 1910, ao remate da romaría de Santo Estevo do Ermo
(tamén coñecido por De Augas Santas, en referencia ás fontes de augas ferruxinosas).
No xornal El Noroeste (1910, 3 de
abril) podemos ler a noticia que fala da morte de Pilar Cid Monteavaro.
Esta
muller, tal e como aparece neste xornal,estivera traballando “vendiendo vino en la romería de San Esteban, ya tarde, se presentó
Manuel en el lugar de la fiesta, cabalgando sobre un caballo y deteniéndose a
escanciar vasos del tinto en todos los puestos que había en la romería.
La guardia
civil, con objeto de evitar desórdenes de última hora, tan frecuentes en las
romerías gallegas, ordenó al ponerse el sol que se retirase la música y
terminase la fiesta.
Retiróse la
gente, levantáronse los puestos, marchóse la guardia civil, pero Manuel Sánchez
debió de haberse ocultado, esperando en el camino el paso de Pilar Cid para
matarla, poruqe a unos dos kilómetros de la ermita apareció la infeliz mujer asesinada,
á consecuencia del disparo de un revólver hecho por la espalda á boca de jarro.
El cadáver
tenía tres heridas de otros tantos proyectiles, y se supone que el hecho habrá
ocurrido entre seis y siete de la tarde.
Del autor de
la muerte súpose que á caballo y galopando iba camino de Ribadeo, por lo cual
la guardia civil de Foz y la de dicha villa pusiéronse en movimiento para
capturarlo, pero antes de que pudieran hacerlo, á la siete de la mañana del día
siguiente se presentó Manuel Sánchez en la cárcel de Ribadeo manifestando que
era el autor del crimen y que no quería ser detenido por la benemérita que
sabía que lo buscaba.
Parece que hay
personas que presenciaron el sangriento suceso sin poder evitarlo, entre ellas
el esposo de la interfecta que la había acompañado en la romería”.
O xornal El
Progreso recolle a noticia e apunta información nova, como é o nome do
marido, Francisco Seivane Ron, o que acompañaba a súa dona e a outros veciños cando
saían de Santo Estevo “cuando se acercó al Manuel Sánchez Rivas y
tras unas palabras, hizo éste dos disparos consecutivos sobre la Pilar Cid que
quedó muerta en el acto”. (El Progreso, 1910, 15 de outubro).
Descoñecemos que información empregou o xornal El Correo de Galicia xa que a noticia
que saca non concorda coa que aportan outros xornais: “un individuo conocido por Juan el Castrador, de San Pedro de
Benquerencia, disparó dos tiros contra una mujer llamada Pilar, alias Nateira,
de dicho San Cosme, la cual falleció poco después”. (El Correo de Galicia, 1910,
5 de abril).
Nesta historia temos á vítima, Pilar, á testemuña,
Francisco Seivane, e ao asasino, Manuel Rivas. Pilar morre o 28 de marzo de
1910 e Francisco, polo que temos comprobado, marcha da Mariña, aínda que
descoñecemos cara onde. O xornal El Norte
de Galicia fai mención a un xuízo que se ía realizar entre Xosé Pérez
Gómez, veciño de Lourenzá e Francisco Seivane: “que lo fue de Barreiros y hoy ausente en ignorado paradero”. (El Norte
de Galicia, 1911, 23 de febreiro).
Cantos anos estivo preso Manuel Sánchez por este crime?
A pesar de que había testemuñas que o identificaron e
que el mesmo se declarou culpable, Manuel Sánchez non pasou nin un ano no
cárcere. No xornal La Voz de la Verdad podemos ler a seguinte noticia: “ante la Audiencia provincial y con
intervención del Jurado se vió ayer en Juicio oral por revisión, la causa
formada en el Juzgado de Ribadeo por homicidio de Pilar Cid Monteavaro, que
recibió dos ó tres tiros que le disparó el procesado Manuel Sánchez Rivas,
ocasionándole dos heridas situadas, una en la parte superior de la región
posterior del cuello y otra en la escapular del lado izquierdo, mortales de
necesidad, que le produjeron inmediatamente la muerte. El hecho ocurrió al
anochecer del día 28 de Marzo del año último en el punto denominado Rego da
Cabana (…) según se dijo los disparos fueron hechos á quema ropa y por la
espalda. El jurado declaró la inculpabilidad del procesado y en su vista el
tribunal de Derecho dictó sentencia absolviendo libremente á éste y declarando de oficio las costas y
poniendo en libertad al mencionado procesado”. ( La Voz de la Verdad, 1913,
21 de marzo).
Manuel, que volveu libre á súa casa, acabará casándose
e formando familia na parroquia de San Pedro de Benquerencia, lugar no que
levantará unha casa que habilitará como pensión ata que se lle incendie no ano
1932. Segundo o xornal Riberas del Eo,
un violento incendio foi a causa da destrución da casa de Manuel Sánchez
Rivas. O incendio iníciase na cheminea da
casa e como ese día había moito vento
impediu que se puidese extinguilo incendio:
“el edificio que estaba asegurado quedó completamente destruído, quemándose
todo el ajuar de los inquilinos, incluso 3000 pesetas que en billetes del Banco
de España guardaba Manuel Sánchez”. O incendio, no que sofre queimaduras a
súa filla, debeuse a fallos estruturais na construción da cheminea. Calcúlanse
as perdas en máis de 40.000 pesetas
(Riberas del Eo, 1932, 1 de outubro).
Desconcértanos, profundamente, esta resolución
xudicial, non atopamos resposta para ela xa que el declarouse culpable e había
testemuñas que o identificaran.
Se ben é certo que el ía armado a unha festa isto non
foi tido en conta pola xustiza pois era bastante habitual acudir ás romarías
armados “en una romería celebrada el día
29 del pasado septiembre, en la parroquia de San Miguel” a benemérita practica
una cacheo entre os mozos alí reunidos atopándose unha navalla, unha pistola e
un revólver. (Correo de Galicia, 1909, 4 de outubro).
A xente que acudía a unha romaría ou a unha festa
volvían xa de noite, por camiños aillados e solitarios, e ante o medo de que os
asaltasen ían armados.
Era tan alto o número de asaltos nos camiños nese
principio do século XX? Pois polo que sabemos en Barreiros si “en algunos puntos de la carretera de
Barreiros á Ribadeo han sido sorprendidas algunas personas por individuos que
se dedican, de algún tiempo a esta parte, á asaltar á los viajeros, pese á la
activa vigilancia que hace la Guardia Civil”. (El Correo de Galicia, 1911,
1 de maio).
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