Vapor Dominga. Sacado do libro Foz a xanela dos nosos devanceiros, p.60 |
Xa temos escribo un artigo sobre a
costeira do bonito no ano 1946, para iso transcribíamos un artigo de Álvaro
Cunqueiro. Hoxe imos falar un pouco, porque pouco sei, daqueles barcos que
noutrora ancoraban galantes no peirao de Foz.
Sei que entre os que lean este artigo
xurdirán nomes de barcos que non menciono eu, seguro que iso acontece, entón o
lector pode ignoralo problema ou solucionalo mandándome un correo cos nomes
deses barcos para, se é posible, atopar máis información sobre eles.
A primeira noticia que vou facilitar fai
referencia ás costeiras que, aparte de significar unha entrada de cartos nas
economías familiares focegas, tamén eran un longo tempo de incertidume, pois,
ao contrario do que acontece hoxe en día, sabíase que o familiar embarcado
estaba ben o día en que partía e o día en que atracaba.
Durante o tempo da costeira o que reinaba
en Foz era o silencio. Os que quedaban en terra anhelaban aquel silencio pois
só se rompía para dar malas novas. No silencio reinaba a tranquilidade.
No ano 1949, segundo nos conta a prensa,
un total de 170 mariñeiros saen de Foz para realizala costeira:
“Éxodo marinero.- 170 marineros, tripulando 14 embarcaciones:María
Teresa, Quintanero, Remigia, Dominga, Carmen, Santa María, Sebito, Oruña,
Pepito, Lestegás, Milagrosa, Alfa, Villa, María y Don Tomás, han zarpado rumbo
a Santander y Vizcaya para dedicarse a las faenas de la pesca. Este éxodo se
debe a la prolongada crisis pesquera que llega alcanzar cariz de tragedia en
este puerto, vértice del Golfo del Masma, justamente marinero, que sufre con
todo rigor sus consecuencias. Evocando a su patrona, la Virgen del Carmen, emprende
esta legión de creyentes marineros un viaje de ímprobos sacrificios, con la
sola ilusión de procurarse su subsistencia y de sus desvalidas familias. No
importa que en su rudas faenas (que por si solas son credencial del mayor
aprecio) encierren la incertidumbre de una tragedia sin visos de retorno.
Ninguna de estas previsibles causas son óbice para que estas decenas de
marineros, que comprende desde los viejos lobos de mar que hicieron de su
profesión un apostolado, hasta los bisoños que empiezan la senda de sus
antecesores, miren con valor y entereza el inmenso Océano, a sabiendas de que
encierra el pan de cada día, pero sin jactancia al que puede ser lecho eterno.
Deseamos el pronto y total retorno de estos marineros…” (1949, 23 de maio. Las Riberas del Eo).
Neste mesmo mes de maio do 49 ten lugar en
Lugo, en concreto nas dependencias da Deputación Provincial, unha exposición
organizada pola fronte de Xuventudes de Falanxe. Entre os moitos obxectos
expostos destacamos “un
motor de aviación en miniatura, con todos sus detalles, dispuesto para el
funcionamiento, con un peso total de 250 gramos . Es autor del mismo José Martínez,
perteneciente a la local de Foz”. (1949, 13 de maio. El Pueblo gallego).
Pero os barcos de Foz tamén marchaban cara Irlanda a pescar bonito no Gran
Sol: “Después de un mes dedicado a la
captura del bonito ha regresado de las costas de Irlanda la pareja bonitera
formada por los pesqueros Quintanero y Reiriz, los cuales durante este tiempo
solo realizaron cuatro recaladas para vender la pesca y aprovisionarse de
consumo. En estas largas travesías para hallar los bancos de atún y bonito han
tenido que navegar hasta 47 horas de la costa. El valor de la pesca capturada
por esta pareja se aproxima a 200.000 pesetas. Les deseamos a estos bravos
marineros que la suerte siga premiando en el futuro su laboriosidad y arrojo”.
(1949, 10 de outubro. Las Riberas del Eo).
Naquel ano do 49 o porto de Foz non
tiña nada que ver co actual, polo menos no referido ao movemento portuario.
No xornal anteriormente mencionado aparece unha relación do movemento do
porto de Foz nos primeiros quince días do mes de setembro. Gracias a ela
sabemos que entraran en Foz o Sofía López,
procedente de Xixón e con carga xeneral; o Adela
López, de Vigo con sal; o Amador,
procedente de Burela con cargamento de pino; o Rosalina, procedente de Avilés e con carga de abonos químicos; o San Luís, dende San Sebastián e con carga
de cemento.
Pero deste mesmo porto saíran o seguintes barcos: o Sofía López, para Ferrol, cargado de patacas; o Adela López, para Xixón, con pinos; o Amador, para Xixón, con pinos; o Adela López, para Burela para completar
carga; o San Lorenzo, para Santo
Estevo de Pravia, con raís e vagonetas; o Sofía
López, para Coruña, cun cargamento de patacas; o San
Luís para San Sebastián con travesas para o ferrocarril; o Rosalina, para Luarca con rolla; unha
nova saída do San Lorenzo de Foz, esta
vez para Bilbao con tablilla e o Mina Bédabo
para Xixón con pinos, que entrara en Foz procedente da Coruña en lastre.
O movemento en toneladas do porto de Foz nestes quince primeiros días foi o
seguinte:
Entradas:
sal, 200; carga xeneral, 350;
abonos químicos, 90; cemento, 85.
Saídas: pinos, 1100; patacas, 350; rolla, 90;
travesas, 80; tablilla, 210; raíles e vagonetas, 60.
Porto de Foz en 1943. Sacado de www.maremasma.com |
A principios do mes de maio deste ano informa a prensa de como se recibira
en Foz, con fonda emoción, a noticia de que o Consello de Ministros acordara
levar acabo “la ejecución de las obras del muelle de atraque del puerto de Foz por
un importe total de 9.635.088,41 pesetas. Indescriptible júbilo causó la
referencia del Consejo de Ministros del 27 de mayo último, en el que ha sido
acordada la ejecución por subasta de los
muelles de atraque por un importe de 9.635.088,41 pesetas. La villa tuvo
conocimiento mediante el volteo de campanas y disparo de profusión de cohetes.
Los edificios oficiales y
particulares amanecieron engalanados luciendo la flota surta en el puerto sus
empavesados, al igual que los pesqueros de nuestra flota que se halla en aguas
de Santander y Vizcaya, a los que comunicó la noticia, la Cofradía de Pescadores de
Foz por mediación de las Cofradías de dichos puertos.
Es obvio justificar la
satisfacción que invade a nuestro pueblo, puesto que la magnitud de las obras,
próxima a los diez millones de pesetas, jalonan una etapa de prosperidad que
cambiará en breve la fisonomía de la laboriosa villa de Foz, que además de ser
uno de los primeros puertos de cabotaje de la provincia, con estas obras verá
asegurado su creciente movimiento (...)Otro de los atractivos que Foz
presentará este verano es sin duda la magnífica pista que para espectáculos
varios está construyendo el propietario del confortable hotel Bahía, contiguo a
dicho edificio. Por tal motivo el propietario, señor Fernández, se desplazó a
diversas ciudades del Norte al objeto de estudiar lo más moderno en estas instalaciones”. (1949, 11 de maio, Riberas del Eo).
Non quero rematar este artigo sen facer unha referencia á camaradería que
existía entre os mariñeiros de Foz, tal e como da conta esta noticia aparecida
no xornal anteriormente citado. Segundo o xornalista conta : “La embarcación de este puerto denominada
Oruña II, que se encontraba dedicada a las faenas de pesca en aguas de
Santander, sufrió una avería de importancia que le imposibilita para hacerse a
la mar en una temporada. Al tener conocimiento de esto las otras trece
embarcaciones de Foz, que se encuentran en aquellas aguas, distribuyeron entre
ellas los tripulantes del buque averiado, al objeto de que participen de sus
caladas los días de paro forzoso que se verían obligados a soportar sin esta
desinteresada ayuda”.
Hoxe en día realizar isto sería imposible polo tema dos seguros e dos
contratos pero naquel tempo as cousas eran distintas e a camaradería máis
fonda, ao fin e ao cabo, todos eran de Foz.
Pero o mar, ou así o din os mariñeiros, reclamou o seu pago. Esta vez foi o
naufraxio dun deses barcos focegos que participaran na costeira da que falamos
a principio deste artigo. Estamos a falar do Sebito, que si ben se perdeu puido
salvar o motor, o aparello e o máis importante, a tripulación ao completo. Segundo
o xornal La Noche :
“a las primeras horas de la noche,
cuando se dirigía a las faenas del chicharrón, la embarcación Sebito, de este
puerto, integrada por 13 tripulantes sufrió una avería en el motor en el
momento en que se disponía a cruzar la barra. A las voces de auxilio acudió una
gasolinera con intención de salvar los náufragos teniendo que desistir de su
propósito antes de llegar a la barra debido a las rompientes, que ésta traía y
la falta de visibilidad. En tan angustiosa situación permaneció el Sebito dos
horas a merced de las olas y cuando el fatal desenlace parecía inminente un
golpe de mar lo lanzó contra unos peñascos con lo que logró salvarse toda la
tripulación así como el motor y aparejos del pesquero, quedando desecha la
embarcación. Las pérdidas materiales se calculan en 70.000 pesetas. La
embarcación era propiedad de los señores don José Morán Morán y don Teodoro
Moreda Fernández”. (1949, 28
decembro. La Noche )
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