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martes, 7 de junio de 2016

UN DIVORCIO NO ANO 1659.



Varias son as razóns polas que a Igrexa católica pode conceder a nulidade matrimonial, non a separación, feito que implicaría a ruptura dun sacramento. A nulidade significa que o sacramento do matrimonio non tivo valor.

Unha das razóns polas que se pode solicitar, incluso hoxe en día, a nulidade é a non consumación do acto. Lembremos que para a igrexa o fin último da unión marital é a procreación da especie, logo, un matrimonio que non consuma é contrario á lei de Deus.

Hoxe imos falar de Sabela Fernández, veciña de Roupar, que no ano 1659 consigue a nulidade matrimonial, separándose eclesiasticamente do que ata entón era o seu home, Alonso Calvo.

Toda esta información foi extractada do Arquivo Diocesano de Mondoñedo, en concreto do Preito Matrimonial. Nulidade matrimonial Fernández – Calvo. 1659.

O citado documento componse das declaracións de Sabela e Alonso, así como  as do médico, Pedro González Ulloa, e a do cirurxián mindoniense, Bartolomé de Luaces, a todas elas complementas o auto do Provisor Xeral o Bispado, o arcediago de Trasancos Lope de Salaçar e Saavedra.

Vexamos agora o que declara Sabela Fernández para pedi-la nulidade.

Sabela declara o día 14 de febreiro de 1659, día dos namorados, en Mondoñedo ante o citado Arcediago de Trasancos ao que lle solicita que : “la separe y descase del dicho su marido  y de por nulo el matrimonio como lo es, porque hará un año, al principio de la Quaresma, que biene deste año que a que se caso con el y que hacen que han dormido siempre juntos y nunca el susodicho a tenido copula con ella aunque ella de su parte a hecho todo lo que debia para consumar matrimonio, para lo qual le tiene por impotente e incapaz por no tener naturaleça ni miembro genital y que esta es la causa que le muebe a descasarse del susodicho”.

O seu marido, Alonso Calvo, despois de le-la declaración da súa muller respóndelle ao Arcediago de Trasancos que “todo lo que ella contiene es verdad, que hara un año para la Quaresma que biene deste presente año y siempre a dormido con la dicha su muger y que nunca a podido tener con ella copula y que su naturaleza es pequeña y que siempre esta floja y que parece que nunca tendra que ver con ninguna muger por no poder”.

O Arcediago, antes de tomar unha decisión, decide convocar ao médico e ao cirurxián para que avalíen ao mencionado Alonso Calvo e decidan si “es impotencia enfermedad que por curso de tiempo pueda sanar della y quedar havil para el coyto conyugal y si su naturaleça es tan pequeña que ahora ni en ningun tiempo pueda servir para dicho efecto”.

O médico, Pedro González de Ulloa, declaraba que o marido de Sabela “padeçe una destenplança fria, desde su peimero origen, la qual por ser de su naturaleça ynabil, para exercer todo genero de operaciones naturales, le ynpide la produçion del prençipio, eficiente de la genracion, que es el sema como consta de la ratraycion de los testiculos en la parte superior quedando el escroto totalmente desocupado sin que por ningun movimiento bajen al lugar a donde perfectamente se elabora el semen (…) La  frialdad siendo intensa ympide la actividad del calor que deve asistir en los testiculos los quales según Galeno (…) dan fertilidad a toda estas partes del cuerpo , le reconozco por innecho para ahora y para lo adelante para poder usar del matrimonio conyugal”.


O cirurxián afirmaba, despois de recoñecer a Alonso Calvo, que: “es ynabil de persona, teniendo, como tiene, hedad cumplida, por ser mayor de veinte años y no tener capaçidad, ni suxeto para cosa ninguna y ademas, de lo dicho, es ynpotente, de su naturaleça, por no tener miembro beril y faltalle, los testiculos, y si los tiene son tan tenues y ocultos, que no se manifiestan”.

Tendo en conta os informes emitidos polos facultativos e as declaracións dos implicados o Arcediago de Trasancos, como Provisor Xeneral, declara: “el matrimonio entre ellos contraido, haver sido y ser desde su principio nulo, por impotencia natural de parte del, por ser frio de conplexion y por faltarle el miembro jenital y testiculos (…) y les da por libres  de dicho Matrimonio y Licençia para que cada uno de ellos pueda disponer de sus personas en el estado que Dios les diere a entender, que el dicho Alonso Calbo no se puede casar por ser incapaz e ynepto para dicho exercicio”.

Sabela conseguiu o que quería, separarse para volver a iniciar unha nova vida marital, pero Alonso quedou condenado a vivir na soidade, xa que, imaxinamos, a noticia da nulidade matrimonial, e a razón dela, espallaríase por todo o contorno, impedindo que Alonso tivese contacto con ningunha muller.


Descoñecemos que camiño colleron, tanto Sabela como Alonso, despois da separación, pero o que podemos dicir é que o proceso de nulidade non foi nada barato. Ao final do documento hai un apartado de gastos no que se nos di que o custo desta nulidade ascendeu a 252 reais, bastante caro para época. 

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