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lunes, 1 de junio de 2015

A LENDA DO BISPO SANTO. VISIÓN DE RAMÓN SALGADO TOIMIL.


Don Ramón Salgado Toimil, mestre en Foz e animador cultural do noso concello, era un namorado da historia; aproveitaba calquera momento e ocasión para escribir sobre a historia do noso concello. Este artigo que hoxe publicamos titúlase Santuarios Gallegos. La ermita del Obispo Santo e foi publicado o día 1 de xaneiro do ano 1943 no periódico El Pueblo Gallego.

Transcribímolo tal cal saiu no seu momento para transportar ao lector, a través das verbas do mestre focense, a aqueles tempos da primeira metade do século XX.

“SANTUARIOS GALLEGOS. LA ERMITA DEL OBISPO SANTO.

 Al estudiar San Martín de Mondoñedo como iglesia comprendida dentro del flujo de las peregrinaciones a Compostela, hemos citado la visitada capilla que en el alto Mourente, antiguamente nombrado A Cruz do Agrelo, sobre una panorámica colina que domina el mar hasta bien adentradas las costas de Asturias, una de las atalayas más abiertas y hermosas de nuestras rías, conmemora, no lejos de Foz, el milagro del hundimiento de las naves normandas por las oraciones del Obispo San Gonzalo. Ocurrió el prodigio que los historiadores cuentan con maravilla de detalles en el siglo X, según la crítica más autorizada. ¿De qué tiempo arranca la erección de esta ermita? Casi seguro que no mucho después del santo Prelado, cuando estaba, todavía viva en olor de santidad su memoria y fresco en el alma del pueblo el recuerdo de sus milagros. Creemos que hay que dar a este histórico santuario la misma antigüedad que al culto tributado por estas gentes a su Titular. Y de la información ordenada en 1704 por el prelado mindoniense señor Navarrete, veinticuatro testigos estuvieron contestes en afirmar que, según tradición inmemorial de sus mayores, “movidos los naturales del gran concepto que hicieron después del prodigio de las naves que obró dicho Obispo Santo así como del milagro de la Fuente de la Zapata, que está cerca de la Iglesia del Priorato y que se dice haber brotado allí bajo la virtud de las sandalias del Santo, lo trataron como tal y después de sus días le edificaron una ermita en el Agrelo donde obró el milagro de las naves con su altar e imagen; y en la iglesia le colocaron en un sepulcro de piedra honorífico, y levantado del suelo en que está su cuerpo y sobre el pusieron un altar pintado en la pared con la imagen del mismo Santo en que se ha dicho misa y dice hasta hoy en día y los prelados por su devoción, la dijeron allí estando en la visita de San Martín de Mondoñedo”. Hechos que consignó también como tradicionales, ya en 1632, el párroco de Foz don Diego de Río.

De esta capilla, que según escribe Flórez, en España Sagrada, por ser antiquísima hubo de ser reedificada en el siglo XVII, fue patrono el Cabildo de Mondoñedo, mientras estuvo enajenada del Real Patronato la Iglesia de San Martín, pero dejó de serlo desde la sentencia recaida el 2 de octubre de 1745 en el famoso pleito que en defensa de las regalías de la histórica colegiata tesoneramente sostuvieron sus priores contra la Mitra y el Cabildo.

Costumbre secular que venía de los días en que San Martín era asiento de la sede dumiense y que fue perdiéndose años antes de 1849, era concurrir a la ermita del Obispo Santo todas las cruces parroquiales de la redonda en rogativa los tres días de letanías menores que preceden a la Ascensión, especialmente la víspera de esta festividad. Por la escritura existente en el archivo parroquial referente al particular venimos en conocimiento de las que concurrían a esta procesión de las letanías y que eran las que entonces integraban el Arciprestazgo de la marina cuya cabeza es San Martín.
Por los caminos trillados de la tradición, en cuya costumbre inmemorial, da  fe  la referida información del señor Navarrete, acudían  a este histórico santuario frecuentes romerías poseídas por el inextinguido fuego de una devoción secular que se hallaba encendida en las almas a lo largo de todas la tierras del Norte de Galicia y Principado de Asturias.

Fotografía realizada por Carlos Andrade. 

Pero, sobre todo, eran muy sonadas las romerías de los días de Pascua del Espíritu Santo. Lo mismo que en su vecino San Andrés de Teixido, ya en víspera de la fiesta mayor, lunes de Pentecostés, comenzaban a afluir en legión los romeros, especialmente los de “lonxe”, que entre otros lugares aromados por la leyenda de santidad de Taumaturgo, visitaban con rendida veneración la fuente de la Zapata, cuyas aguas milagreras eran bendecidas dicho día y llevadas cual bálsamo curativo a los hogares creyentes, así como la grandeza histórica y arqueológica de la vieja Catedral de San Gonzalo, cuyo relicario besaban postrándose ante las cenizas del Santo Obispo, guardadas con las sandalias, cíngulo, anillo, báculo (1) y otros retazos de ornamentos casi incorruptos en un sarcófago antropoideo de piedra que, después del reconocimiento realizado en tiempo de los obispo señores Grijalba y Navarrete (1648 y 1704) para evitar profanaciones y sustracción de reliquias por la piedad mal entendida de las gentes, se ordenó cerrar con fajas de hierro y tres llaves de una de las cuales era guardián el Obispo, de otra el Cabildo y el Prior de San Martín de la tercera.
Ya que del báculo y anillo pastoral de San Gonzalo hacemos mención, notaremos que son joyas singularísimas, las más antiguas en su género entre las existentes en España. En el remate de su voluta de plata ostenta el báculo, que con vestigios de haber sido dorado, es de madera desconocida y ligerísimo en su peso, una cabeza de serpiente con una manzana en la boca; el anillo es de oro, bien pesado, con un águila en cuyos ojos fulguran dos piedra preciosas, y en él se lee con caracteres góticos “nolo ese datus nec venundatus” (no quiero ser dado ni vendido).

Luego, a la caída dela tarde, acompañar procesionalmente la imagen del Santo desde la iglesia prioral a la ermita, por el mismo camino pedregoso de la leyenda, por el que el milagroso Obispo, vestido el cilicio, los pies descalzos y con una cruz sobre los hombros, subió seguido del pueblo y de sus canónigos al alto de Agrelo desbaratando y hundiendo las naves piratas de los normandos, cada vez que el peso de la cruz le obligaba, por su avanzada edad, a arrodillarse, enarbolándola a fin de que todos juntamente la adorasen.

Con la aurora del lunes de Pentecostés retumban de nuevo las bombas anunciadoras de la gloria del día. Arrástranse de hinojos, alrededor del santuario, en cumplimiento de sus votos, peregrinos creyentes con el alma encendida en una devoción sincera. Y después del Misote, o gran Misa solemne, entre el vuelo del esquilón, salvas de pólvora y los sones de la banda popular, sale el Santo Obispo Libertador de piratas, encima de su pavés procesional, vertiendo sobre el homenaje de las generaciones reverentes la gloria de su bendición.

Después, cumplidos los votos y devociones, bailes, vino y amor. Como en los “pardones” de la Bretaña francesa, a la sombra de la ermita que protege y persona, los rezos y las danzas, las penitencias y las borracheras, con la misma gracia pagana que rezuma de los odres viejos, como reminiscencia de aquellas danzas ritualísticas que tan profundas raíces tuvieron en Galicia, adquiriendo un carácter religioso que San Martín de Braga reprende en su “De corretione rusticorum”.

Y cuando por enciam de la umbría de los pinares llega la noche con su tiro de caballos negros, con las últimas salvas de honor retumbando en las hondonadas de la tierra y del mar, las últimas coplas de los romeros que retornan: “Santo Obispo Gonzaliño / santiño dos mariñeiros / danos o vento de popa / que imos sin timoneiro. / viñen este ano ao Santo, / pro ano hei de volver, / quedoume a miña monteira / no seu altar por coller. / Obispo Santo Gonzalo / que venciches as naves mouras / deféndelle a esta romeira / o mociño qu’ela adoura. / Na fontiña da Zapata / bebín auga milagreira / e na capilla do Santo / toleei por unha meiga”.

Remata o artigo afirmando que toda esta documentación está recollida do libro titulado San Martín de Mondoñedo, que está en imprenta. Non sabemos se o citado libro chegou a saír publicado.



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