Buscar este blog

jueves, 7 de mayo de 2015

O CURA INVENTOR DE CANGAS.


Neste artigo imos falar do cura párroco de San Pedro de Cangas, don Tomás Pérez Barrera. Non será esta a derradeira vez en que falemos de curas pois a nosa vida e a nosa historia estivo moi vinculada ao mundo eclesiástico.

A primeira vez que soubemos deste cura párroco foi ao ler un anuncio nun periódico do ano 1880 no que se di: “Don Tomás Pérez Barrera, cura párroco de San Pedro de Cangas, en la provincia de Lugo, ofrece hacer marchar á cualquier quilla sin remos, velas, ni carbón, y que ninguna naufrague á no tocar en bajos o escollos”(La Correspondencia de España, 1880, 5 de setembro.)
En novembro de 1880 o periódico El Diario de Lugo respostaba ao xornal vigués La Concordia. Este último acusábaos de gardar silencio sobre o invento do citado Tomás Pérez, ante tal falacia o periódico El Diario de Lugo contestaba que a noticia do invento se publicó, no en diarios de la corte y extranjeros, como dice La Concordia, pues el primer periódico que la dio a la luz fue un periódico gallego (…) nos parece que el periódico referido fue el Diario del Ferrol”. (Diario de Lugo, 1880, 20 de novembro.) Segundo este xornal o citado cura “se compromete á construir, con menos de quinientos pesos, un motor que servirá para que La Numancia ande de 12 á 15 millas por hora, con la dotación de seis u ocho hombres. Los motores para lanchas ó botes no subirán de sesenta pesos y la dotación de dos marineros.
Si el invento se realiza, indudablemente será maravilloso y causará una verdadera revolución, inmortalizando el nombre del autor, el cual, nos dice La Concordia, prepara instancia, memoria y planos para elevarlos al Gobierno, á fin de que se autorice el ensayo de dicha invención en el arsenal del Ferrol. El señor Pérez Barrera, en carta que se cita el periódico vigués ha hecho en su parroquia un pequeño ensayo con buen éxito”.

Tras este artigo o cura remítelle ao periódico unha carta na que lles agradece que se ocuparan do seu invento e afirma  que se ofrecía “hacer por su cuenta los ensayos precisos para probar los efectos de su invención, aunque en pequeña escala por carecer de recursos para intentarlos en barcos de gran importancia. Después de explicar todas las tribulaciones porque ha pasado á consecuencia de su descubrimiento nos comunica el Señor Pérez otras dos aplicaciones de este. Ofrece á los carromatos el medio de que sus carros puedan bajar las cuestas sin necesidad de galgas y sin el menor daño de los tiros, cuyo ensayo también promete realizar. Se compromete, además, á hacer subir un coche las cuestas con más velocidad que un fogoso caballo, economizando la fuerza animal que en tal servicio se emplea.” (El Diario de Lugo, 1880, 4 de decembro.).


Transcorrido un ano o citado cura aínda estaba en proceso de venta do seu invento, semellaba que ninguén se interesaba por el a pesar do ensaios realizados en Cangas “alguna vez ha ocupado nuestra atención con su invento respecto a un nuevo sistema de locomoción, nos escribe una nueva carta participándonos que ha realizado su oferta de hacer andar el ferro-carril y los buques de vapor, en varios ensayos recientemente praticados, cuyas pruebas tiene de manifiesto para convencimiento de incrédulos” (Diario de Lugo, 1881, 23 de setembro).
Sabemos que o día 30 de setembro de 1906 morría o citado cura, que “pertenecía a la Hermandad de sufragios con el número 169 y dejó acreditado el cumplimiento de las misas”. (Boletín Eclesiástico do Bispado de Mondoñedo, 1906, 1 de novembro.).

Tomás Barrera non chegou a vender nunca o seu invento, ou polo menos iso é o que semella, a pesar dos continuos anuncios que aparecían en diferentes periódicos.

Que non conseguise vender o seu invento fainos pensar que, tal vez, non cumpría co prometido. Iso fainos pensar en que, probablemente, Tomás Barrera fose un home algo trastornado mentalmente. Esta inquedanza motivou que nos achegásemos ao Arquivo Diocesano de Mondoñedo e consultásemos o expediente persoal do citado cura párroco.


No citado expediente gárdase unha copia da denuncia que varios veciños interpoñen contra o seu cura párroco. Segundo as declaracións destes veciños, que hai que tomalas con toda precaución e reserva, o citado cura párroco era unha persoa bastante peculiar, que non se relacionaba con ninguén e que estaba enfrontado coa veciñanza. Como exemplos afirman que cando se trasladou o Santísimo Sacramento da capela das Abelairas á igrexa parroquial negouse a acompañalo “sino que ni aun se ha servido salir a recibirle, cerrando, con gran admiración y mayor escándalo, las puertas y ventanas de su casa”. Foi acusado de quedarse cunha cruz de cantería que se regalara para a Igrexa así como con cartos dos pagos realizados polos veciños para contribuír coa igrexa parroquial. De igual maneira que a popular canción di que o sancristán de Coimbra mollaba o pan en aceite e deixaba aos santos a escuras o citado cura é acusado de quitar aceite destinado ao Santísimo Sacramento “despues de estar la lamparilla apagada la mayor parte del tiempo, llegando a tal estremo este imperdonable asunto, que hasta los días de Precepto, con la admiracion de todos, no se encendio sino en el momento de la celebracion del Santo Sacrificio”. Tamén é acusado de non prestar a atención necesaria ao seu rabaño, de portar escopeta e pistola e de pasar todo o tempo “en ferias de ganados y otras jornadas, que hace marchando y regresando a caballo con belocidad que admira a cuantos lo ven en el escape; esto no solo lo hace en la Parroquia sino que fuera de ella, en donde se le ha visto estrellar contra el suelo repetidas veces con no poca esposicion de su vida; se ocupa no solo de comerciar en caballerias y ganados tanto bacuno como lanar y no en el desempeño de su obligacion, procediendo escandalosamente aun con sus mas respectables compañeros, a manera del mas innoble gitano (…) Sin dar satisfacion alguna a sus feligreses sacò las puertas y cancillas del Atrio y cementerio, haciendo de estos lugares respectables, establo de caballerias.” A citada denuncia é firmada por 24 veciños o día 28 de abril de 1855.

No hay comentarios:

Publicar un comentario