Cada pobo costeiro ten múltiples
historias de afogados, historias de homes que un día marcharon traballar e
nunca máis volveron, mais tamén temos historias de valor inusitado, nos que certos
valentes, arriscando a súa propia vida, se tiran ao mar para salvar a xente que
non coñecen de nada.
Neste artigo veremos como se
afunde un barco de Foz e perden a vida o mariñeiro Xosé María González e os
irmáns, tamén mariñeiros, Aquilino e Francisco Nécega. Pero tamén asistiremos a
episodios de valor como os levados a cabo, no ano 1904, por Guillermo Díez,
cabo de carabineiros do posto de Nois e polo mariñeiro focense Xesús
Castiñeira, que tivo lugar no ano 1929.
A fatídica noticia do afundimento atopámola
no periódico Diario de Pontevedra
, saía publicaba o 2 de xuño de 1927:
“TRAGEDIAS DEL MAR.
Mueren ahogados tres marineros de Foz.
Anteayer salió del puerto de Foz (Lugo), una embarcación tripulada por José
María González, Aquilino Nécega y un hermano de éste llamado Francisco; los
tres marineros, y a bordo de cuya embarcación fueron sorprendidos en la costa,
a la altura de la parroquia de Nois, por un violento vendaval.
Los tripulantes de la embarcación perecieron ahogados.
En las primeras horas de la mañana, al recibirse la noticia en Foz del
naufragio salieron en busca de los náufragos varios marineros que hallaron los
cadáveres de los hermanos Nécega asidos a un banco fijo de la embarcación.
No fue encontrado el cadáver de José María González.
Se supone que haya sido arrebatado por un golpe de mar.
Uno de las victimas, Aquilino Nécega, deja viuda con dos hijos y próxima a
dar a luz, José María también estaba casado y deja dos hijos.
La noticia de esta tragedia marítima ha producido gran consternación en el
litoral lucense”.
No periódico El Progreso, do 2 de xuño de 1927 tamén se da conta desta
noticia na súa primeira páxina, neste periódico informan do segundo apelido dos
falecidos e así sabemos que un era Xosé María González Cortegasa e os outros
dous eran Aquilino e Francisco Nécega Somoza.
O pobo de Foz, de igual maneira
que todas aquelas poboacións costeiras, ten gravada na súa memoria a perda de
homes coñecidos, arrebatados polo mar que nos da de comer, tal e como se fosen
un prezo, sempre inxusto, que os homes de mar deben pagar. Mais tamén é nestas
poboacións costeiras onde os homes de mar dan o mellor de si, arriscando as
súas propias vidas para salvar a outros. Dous exemplos deste inusitado valor
son os casos do cabo de Carabineiros do posto de Nois, Guillermo Díez Arribas e
o do mariñeiro focense Xesús Castiñeira.
O primeiro exemplo atopámolo no
periódico Norte de Galicia:
diario político y de información, con data 30 de setembro de 1904. Nel podemos
ler a seguinte noticia:
“Señor director de El
Norte de Galicia, rogamos á Usted que se digne publicar la adjunta acta:
Los firmantes,
marineros del barlote-lancha de pesca nombrada Antonio Animas, de la matrícula
de Ribadeo y residentes en la parroquia de Fazouro, ayuntamiento de Foz =
Certificamos: Que á las 17 horas del día de ayer, al pretender entrar en el puerto de
Nois, de arribada por el mal estado del mar, naufragó nuestra lancha arrojándonos
sobre las rocas y habiendo de luchar con la furia de las olas que en aquellos
momentos era imponente y de la cual pudimos salvarnos merced á la pronta
intervención del cabo de Carabineros del mencionado Nois, Guillermo Díez
Arribas y tres individuos del mismo puesto, sin la cual hubiéramos perecido
indudablemente; por tal concepto expresamos nuestra gratitud al citado cabo y
carabineros, por el arrojo que demostraron puesto que en algunas ocasiones se
expusieron a ser arrastrados por el mar y muy especialmente al cabo que
inmediatamente después del salvamento se apresuró a interrogarnos si habíamos
recibido algún golpe ofreciéndonos hospitalidad en su casa, aí como alimentos y
ropas. Y á fin de que puedan hacerle constar ante quien proceda extendemos el
presente que firmamos en Fazouro á diez y siete de septiembre de mil
novecientos cuatro. Francisco Pedreira, rubricado. Eliseo Pedreira, rubricado.
Daniel García, rubricado. Francisco López, rubricado.
O segundo exemplo data do 9 de
febreiro de 1929 e aparece publicado no periódico Renovación, que se editaba en Mondoñedo, a noticia é a
seguinte:
En la mañana del lunes
último ocurrió una desgracia marítima a
la entrada de la barra del
puerto. Cuando se disponía a entrar el vapor “Chacartegui”, con cargamento de
cemento, en un pequeño bote destacáronse los tripulantes José Ponte Verdes,
Avelino Outes Arous y Amancio Charcote, con objeto al parecer de rondear si la
marea daba suficiente calado para la entrada del mismo; la marejada era tan
fuerte que un violento golpe de mar cubrió la embarcación llevándose a los tres
ocupantes.
Milagrosamente y gracias a los prontos auxilios prestados por los hermanos
Fraga lograron salvarse el Avelino y el Amancio, su infortunado compañero pudo
ser extraído del fondo de las aguas con vida todavía el cuerpo del infortunado
José Ponte Verdes, quien falleció una hora después. La humanitaria conducta del
intrépido Jesús Castiñeira está mereciendo unánimes y fervorosas alabanzas de
todas las gentes, que piden para el heroico marinero la cruz de beneficencia,
sobradamente ganada por su nobilísimo acto de abnegado amor al prójimo.
Haciéndonos eco del general sentir, estimamos de inexcusable justicia la
incoación del oportuno expediente para que el mencionado resgo de humanitario
arrojo no quede oscurecido, sin el debido premio.
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